From the desk of Fr. Trinidad
Today’s gospel begins with Jesus describing some of apocalyptic literature’s typical cosmic signs that God’s plan is nearing completion. In contemporary thought, this kind of writing can be interpreted as being fictional or illusionary at best. This mode of thinking would be surprising to Jesus contemporaries. The truth is, that Jesus devoted his entire life and ministry to inaugurate God’s final rule, the Kingdom of God in His person and action. This belief is not an idea, rather, it is the word of God, spoken directly from the mouth of Jesus. In the gospel of Mark, Jesus urges his disciples to attend to the signs of the Messiah’s arrival. Just as we can read nature’s indications to the changing of seasons, we also must become adept at perceiving, that God’s final rule over all things, will be accomplished through the chosen Messiah Jesus Christ. As the liturgical year approaches its end, the Church invites us to focus on a threefold coming of Christ: in history, in the present, and in His Glory, the completion of the final age. How do we prepare for this? By waiting and watching constantly for His divine presence and action. Fortunately, we do not know the time of God’s plan for salvation. Not knowing allows us to stay focus in our spiritual life and prayer, otherwise we would get exceedingly distracted. Those who chose to trust in that final coming, are encouraged to stay awake by listening to the word that does not pass away.
Pax et bonum
Rev. Trinidad
El evangelio de hoy comienza con Jesús describiendo algunos de los signos cósmicos típicos de la literatura apocalíptica. En el pensamiento contemporáneo, este tipo de escritura se puede interpretar como ficticia o ilusoria en el mejor de los casos. Este modo de pensar sorprendería a los contemporáneos de Jesús. La verdad es que Jesús dedicó toda su vida y ministerio a inaugurar el gobierno final de Dios, el Reino de Dios en Su persona y acción. Esta creencia no es una idea, más bien, es la palabra de Dios, hablada directamente de la boca de Jesús. En el evangelio de Marcos, Jesús insta a sus discípulos a que presten atención a las señales de la llegada del Mesías. Así como podemos leer las indicaciones de la naturaleza sobre el cambio de estaciones, también debemos volvernos expertos en percibir que el gobierno final de Dios sobre todas las cosas se cumplirá a través del Mesías elegido Jesucristo. A medida que el año litúrgico se acerca a su fin, la Iglesia nos invita a enfocarnos en una triple venida de Cristo: en la historia, en el presente y en Su Gloria, la culminación de la era final. ¿Cómo nos preparamos para esto? Esperando y vigilando constantemente Su presencia y acción divina. Afortunadamente, no conocemos el momento del plan de Dios para la salvación. No saber nos permite mantenernos enfocados en nuestra vida espiritual y oración, de lo contrario nos distraeríamos mucho. A los que optan por confiar en esa venida final, se les anima a permanecer despiertos escuchando la palabra que no pasa.
Pax et bonum
Rev. Trinidad