Last week it was the memorial of Saint Bernard of Clarivoux, a great saint of the middle ages. He wrote a sermon on the topic of love, and I would like to share a piece of it.
From a sermon by Saint Bernard of Clarivoux:
Love is sufficient of itself, it gives pleasure by itself and because of itself. It is its own merit, its own reward. Love looks for no cause outside itself, no effect beyond itself. Its profit lies in its practice. I love because I love, I love that I may love. Love is a great thing so long as it continually returns to its fountainhead, flows back to its source, always drawing from there the water which constantly replenishes it. Of all the movements, sensations and feelings of the soul, love is the only one in which the creature can respond to the Creator and make some sort of similar return however unequal though it be. For when God loves, all he desires is to be loved in return; the sole purpose of his love is to be loved, in the knowledge that those who love him are made happy by their love of him.
God knows we want to be happy, but let us not forget that in order to love, and to respect, and to accept each other, we first need to love God above all else.
Pax et bonum
Fr. Trinidad
Desde el escritorio del P. Trinidad
La semana pasada fue el memorial de San Bernardo de Clarivoux, un gran santo de la Edad Media. Escribió un sermón sobre el tema del amor y me gustaría compartir una parte.
De un sermón de San Bernardo de Clarivoux:
“El amor es suficiente por sí mismo, da placer por sí mismo y por sí mismo. Es su propio mérito, su propia recompensa. El amor no busca ninguna causa fuera de sí mismo, ningún efecto más allá de sí mismo. Su beneficio radica en su práctica. Amo porque amo, amo para amar. El amor es una gran cosa siempre y cuando regrese continuamente a su fuente, fluya de regreso a su fuente, siempre sacando de allí el agua que constantemente lo repone. De todos los movimientos, sensaciones y sentimientos del alma, el amor es el único en el que la criatura puede responder al Creador y hacer algún tipo de retorno similar por desigual que sea. Porque cuando Dios ama, todo lo que desea es ser amado a cambio; el único propósito de su amor es ser amado, sabiendo que los que lo aman son felices por su amor por él.”
Dios sabe que queremos ser felices, pero no olvidemos que para amarnos, respetarnos y aceptarnos, primero debemos amar a Dios sobre todas las cosas.
Pax et bonum
P. Trinidad