I hope the ‘Teaching Masses’ are helping all of you to enter into a deeper active participation in the Holy Mass. There are parts during the Mass that are assigned to clergy, and parts assigned to the people all gathered together in worship. Among the parts assigned to the priest, the foremost is the Eucharistic Prayer, which is the high point of the entire celebration. Next are the orations. They are: the collect, the prayer over the offerings, and the prayer after Communion. These prayers are addressed to God in the name of the entire holy people of God and all present, by the priest who presides over the assembly in the person of Christ. It is with good reason, therefore, that they are called the “presidential prayers” because they are prayed by the presider. During the Introductory Rites, the priest prays the collect prayer. The collect introduces the character of that particular Mass celebration. The character may be set in the way God is addressed, the deeds for which God is praised, or in the specific petition. The priest says, Let Us Pray. Both he and the people pause in silence. The priest and the people are in silence together so that they may be conscious of the fact that they are in God’s presence and may formulate their petitional prayers to God mentally. The collect gathers the petitional prayers of everyone into one prayer and disposes everyone to hear the word of God throughout the celebration. Then the priest says the collect prayer addressing God in the name of the people. The people, uniting themselves to this humble request, make the prayer their own with the acclamation, Amen. The moment of silence, recalling they are in God’s presence and calling to mind petitions, and the response Amen are all active participation by the people.
Father Gino
Espero que las "Misas de Enseñanza" os ayuden a todos a participar en una participación activa más profunda en la Santa Misa. Hay partes durante la misa que se asignan al clero, y partes asignadas a las personas todas juntas en adoración. Entre las partes asignadas al sacerdote, la más importante es la oración eucarística, que es el punto culminante de toda la celebración. Las siguientes son las oraciones. Son: la recolección, la oración sobre las ofrendas, y la oración después de la Comunión. Estas oraciones están dirigidas a Dios en el nombre de todo el pueblo santo y de todos los presentes, por el sacerdote que preside la asamblea en la persona de Cristo. Es con razón, por lo tanto, que se les llama las "oraciones presidenciales." Durante los ritos introductorios, el sacerdote reza la oración de recolección. La colección introduce el carácter de esa celebración de la Misa en particular. El carácter puede establecerse en la forma en que se dirige a Dios, las tratas por las que Dios es alabado, o en la petición específica. El sacerdote dice: Oremos. Tanto él como el pueblo se detienen en silencio. El sacerdote y el pueblo están en silencio juntos para que sean conscientes del hecho de que están en la presencia de Dios y puedan formular sus oraciones peticionarias a Dios mentalmente. La colección reúne las oraciones peticionarias de todos en una sola oración y dispone de todos a escuchar la palabra de Dios durante toda la celebración. Entonces el sacerdote dice la oración de recolección dirigiéndose a Dios en el nombre del pueblo. El pueblo, uniéndose a esta humilde petición, hace que la oración sea suya con la aclamación, Amén. El momento del silencio, recordando que están en la presencia de Dios y llamando a la mente peticiones, y la respuesta Amén son todos la participación activa del pueblo. Padre Gin